España Circular 2030 impulsará un nuevo modelo de producción y consumo
En los últimos años la economía circular (EC) se ha consolidado como uno de los métodos más válidos para alcanzar los ODS. Gracias a esta iniciativa se tiende a reducir el impacto en el ambiente, disminuyendo los costos de la materia prima, reproduciendo los ciclos de la naturaleza. La EC establece un modelo de producción y consumo más sostenible, en el que las materias primas se mantienen más tiempo en los ciclos productivos.
España ha avanzado en los últimos años hacia un modelo de economía circular. Y más concretamente desde la publicación en 2020 de la Estrategia España Circular 2030. También con la aprobación del I Plan de Acción de Economía Circular 2021-2023, sin olvidar la trasposición de Directivas europeas claves para posibilitar el cambio a través del Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados.
Este avance no ha sido casual ni espontáneo, dado que se ha ido generando un contexto de transformación sistémica hacia una economía más circular. Sobre todo desde 2015 e impulsado por la Comisión Europea. Como resultado de ese contexto de transformación sistémica las empresas se han visto obligadas a redefinir e innovar en sus actividades. Por una parte para reaccionar ante la pretensión de los marcos legislativos. Y, por otra, para dar respuesta a las expectativas de los consumidores e inversores y para mejorar el acceso a nuevos mercados.
Un ejemplo de ello es la reducción de los productos plásticos de un solo uso, como prioridad en varios países del mundo, incluido España. El anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados ya marca que a partir de julio de 2021 se prohibirá la introducción en el mercado de plásticos de un solo uso.
A nivel empresarial, un gran número de empresas están estableciendo ya objetivos ambiciosos para poner fin a los residuos y/o desperdicios con el objetivo de reinsertarlos en los procesos productivos. En este sentido uno de los objetivos para avanzar hacia una economía circular radica en la importancia de la dinamización del mercado nacional buscando una unidad de mercado de materias primas secundarias (y con ello más disponibilidad y calidad de estas).
La Estrategia España Circular 2030, por su parte, fija para esta década una serie de objetivos que permitirán, por ejemplo reducir el consumo nacional de materiales en un 30% o mejorar la eficiencia en el uso del agua en un 10% respecto a 2010 Otro de los objetivos fijados es el de recortar un 15% la generación de residuos posibilitando así que las emisiones de gases de efecto invernadero del sector residuos se sitúen por debajo de los 10 millones de toneladas en 2030.
La adopción de la Estrategia Española de Economía Circular EEEC es coherente con el proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que fija un objetivo de alcanzar la neutralidad climática a más tardar en 2050.
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