El Compliance y la RSE en las empresas
Cada día cobra más peso el concepto de Corporate Compliance. No solo en su vertiente jurídica, sino también en la empresarial relacionada con la Responsabilidad Social Corporativa. Por una parte, podría definirse el concepto de Compliance como cumplimiento normativo. Siendo así el de Corporate Compliance como el cumplimiento normativo corporativo.
Pero, ¿en qué consiste este cumplimiento normativo corporativo? Sintéticamente en establecer por parte de la empresa políticas y procedimientos adecuados y suficientes con el fin de garantizar que aquella cumpla con el marco normativo aplicable. Parece obvio que este concepto tiene un componente jurídico evidente, aunque también hay que destacar su transversalidad y multidisciplinaridad.
¿Como se relaciona así este concepto de Compliance con el de Responsabilidad Social Corporativa? Recordemos que la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) consiste en diseñar un modelo de empresa caracterizado por el compromiso y el diálogo. Un compromiso de las empresas de llevar a cabo su actividad con criterio social y medioambiental. Y un diálogo plural con los grupos de interés (stakeholders). Todo ello con el objetivo de desarrollar una estrategia responsable y sostenible, además de lograr el deseado equilibrio económico, social y medioambiental que las haga más competitivas.
En definitiva, la RSC va más allá del simple cumplimiento de la ley en la empresa, por ejemplo, del cumplimiento de la legislación derivada de la Directiva 95/2014/UE, de Información no financiera y diversidad. Solo se logra crear una verdadera cultura empresarial cuando se incluye la ética, la integridad y las buenas prácticas en el objetivo del cumplimiento normativo. Y es justo aquí donde la RSC se complementa con el cumplimiento normativo, con el Corporate Compliance.
El Corporate Compliance se convierte así en una herramienta que pretende garantizar que las actividades de las empresas se desarrollan conforme a cuatro conceptos como un engranaje bien lubricado. Nos referimos a la ética, la sostenibilidad, el cumplimiento normativo y la RSC. La Corporate Compliance también puede entenderse como un protocolo de buenas prácticas, establecidas en un conjunto de procedimientos. Estas permitirían identificar y clasificar posibles riesgos a nivel operativo y legal, siempre en el marco de la actividad empresarial. Para ello, algunas empresas ya están incorporando en sus plantillas a profesionales encargados de esta labor transversal y multidisciplinar.
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