Árboles líquidos para purificar el aire en las ciudades
Desde Coordina nos hemos querido hacer eco de una noticia que aúna medioambiente y urbanismo. Sobre todo un día como hoy, 5 de junio, en el que celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente. Instaurado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1972, por tanto, hace 50 años del gran objetivo: fomentar la conciencia global y la acción en favor de nuestro hábitat natural.
Se trata de los llamados árboles líquidos según el “Instituto de Investigación Multidisciplinar” de la Universidad de Belgrado, donde fue diseñado el LIQUID 3. El primer fotobiorreactor urbano está en Belgrado (Serbia) y se ha planteado como una solución biotecnológica innovadora en las zonas urbanas con un doble objetivo. De una parte, purificar el aire y, de otra, reducir las emisiones de dióxido de carbono.
En esencia, no se trata de sustituir a los árboles ya existentes en las ciudades. Porque los árboles vegetales, aunque suene a pleonasmo, proveen de varias ventajas a las urbes. Por un lado, actúan como filtros frente a contaminantes urbanos y partículas finas (p. ejem.: el polvo, la suciedad o el humo del aire), reduciéndolos entre un 7% y un 24%, al quedar atrapados bien en las hojas bien en la corteza. Por otro, pueden ayudar a enfriar la temperatura del aire entre 2 y 8 grados centígrados según su ubicación estratégica. No olvidemos, además, el aumento de la resiliencia ante fenómenos meteorológicos adversos, como lluvias torrenciales o temporales marítimos. Y, en menor medida, están los beneficios paisajísticos y como elementos barrera para reducir el impacto visual y/o sonoro.
Si bien, tanto los árboles como la hierba realizan la fotosíntesis, el LIQUID 3, gracias a sus microalgas, se estima que sería entre 10 a 50 veces más eficiente que los árboles. La comparativa sugerida por sus diseñadores menciona que las microalgas serían potencialmente reemplazo de 200 metros cuadrados de césped o de dos árboles de 10 años de edad. Una nueva ventaja apuntada, es que la ubicación de estos fotopbiorreactores urbanos podría implementarse a entornos con una intensa contaminación, donde muchos árboles no puedan sobrevivir. O en aquellos lugares donde por limitación de espacio no puedan plantarse árboles naturales. Respecto al mantenimiento de estos árboles líquidos, al parecer, solo precisan del aporte de agua y minerales, retirándose periódicamente la biomasa generada por la división de las algas, pudiendo esta ser utilizada como un fertilizante, y donde las algas continuarían creciendo indefinidamente.
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foto: liquid3.rs