LA BRECHA DIGITAL EN UN MUNDO DIGITALIZADO
El proceso de transformación digital de las empresas obliga a las compañías a afrontar nuevos retos en los departamentos de recursos humanos. Conforme aumenta la demanda de habilidades digitales parece agrandarse aún más la brecha del talento digital. En una economía cada vez más digitalizada, reducir el déficit del talento digital en las empresas tendrá mayores ventajas competitivas.
Dos son los factores determinantes de la actual brecha digital en nuestro tejido empresarial.
Por una parte, a consecuencia de la pandemia por Covid-19. Las PyMEs se han visto obligadas a acelerar su transformación digital a causa de la pandemia. Les ha exigido la necesidad de implementar una formación online a sus empleadas y empleados en habilidades digitales para poder impulsar las nuevas experiencias digitales.
Y, por otro, la escasez de personas con las adecuadas habilidades digitales, sobre todo en sectores con alta demanda -como el de tecnología de la información (IT)-, para impulsar la transformación de sus empresas a corto y medio plazo. Según un estudio realizado por Bersin y Deloitte, el 64% de las grandes empresas y el 56% de las PyMEs tienen problemas para cubrir puestos de TI. A esto hay que sumarle otra cifra preocupante, la de que el 87% de los directivos de las empresas encuestadas sufre actualmente o espera sufrir las consecuencias de la brecha de competencias digitales en su plantilla.
La planificación es clave, de nuevo, desde los departamentos de recursos humanos. Porque una vez detectada esa gran necesidad de talento digital, los responsables de selección tienen una dificultad añadida sin un plan claro y sin conocimiento técnico suficiente. La realidad se manifiesta en detalles como que contar en el equipo con nativos digitales, no es suficiente garantía de éxito.
Las empresas deben identificar y analizar las habilidades que buscan para sus equipos e invertir en capacitación interna de calidad mejorando la fuerza de trabajo a presente y futuro. También han de formar a sus empleados mediante acciones de upskilling y reskilling.
Se tendrá en cuenta así mismo alinear la estrategia de talento digital con el liderazgo, propiciando un entorno que favorezca y recompense el aprendizaje.
No olvidemos que las compañías mantienen o incrementan su competitividad en el ecosistema empresarial a medida que su fuerza laboral se desarrolla. Y ello pasa por una transformación basada en una cultura digital dentro de la propia organización.
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