La Agenda 2030 en el escenario post-COVID
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible firmada en 2015 por los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de Naciones Unidas no está siendo ajena a la COVID-19 y sus consecuencias globales. La crisis provocada por la irrupción de la COVID-19 ha suscitado una seria de desafíos sin precedentes. En lo referente a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) los indicadores coinciden en que la crisis ha supuesto un impacto negativo en casi todos ellos.
Por una parte el contexto de la pandemia global ha llevado a una creciente preocupación por una posible ralentización en la consecución de los ODS cuando no a un grave retroceso de los logros ya alcanzados. Por otra, no obstante, la pandemia ha venido a demostrar la importancia de la Agenda 2030, reforzándola como elemento aglutinador de las políticas globales de sostenibilidad social y medioambiental. También se ha visto reforzado el papel de las pymes como motor de cambio hacia la sostenibilidad.
La crisis de la COVID-19 está haciendo más necesario que nunca avanzar en los objetivos de la Agenda 2030 e implementar las políticas y acciones que se deberán llevar a cabo en los próximos años. Afortunadamente las empresas, y más en concreto las pymes, son los agentes con mayor adaptación en términos darwinistas para afrontar estos acuciantes cambios. Recordemos que en España, el 99,8% de las empresas son pymes y generan el 64% del empleo del país.
Las empresas españolas se enfrentan así, en este escenario post-COVID, a un momento clave, impulsadas a replantearse sus actuales estrategias de sostenibilidad y contribución social. Más aún, a dirigir sus ejes estratégicos hacia los aspectos sociales, ambientales y de buen gobierno.
Aunque las pymes continúan afrontando las consecuencias de la crisis económica, hay que destacar las oportunidades para la sostenibilidad en las áreas de la salud, la digitalización, el teletrabajo y la conciliación, como ámbitos de actuación prioritarios para las empresas a corto y medio plazo.
El cuarto Informe del Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), presentado este mes de julio, señala que se han visto reforzadas las colaboraciones entre empresas y las redes de distribución local. Asimismo, se aprecia una mayor apuesta por los procesos de digitalización y por la introducción de las nuevas tecnologías. Por último, el teletrabajo se ha revelado como un mecanismo efectivo para permitir la actividad de la empresa y garantizar los puestos de trabajo.
Otro logro a destacar es que ha aumentado el número de empresas que han desarrollado planes de igualdad de género. No obstante, al estudiar las memorias y reportes no financieros, tan solo el 60% de las empresas con sede en España, incluidas en el Informe, identificaron los riesgos y las oportunidades sociales, económicas y medioambientales surgidas de las cuestiones de sostenibilidad más relevantes para su negocio. Ese porcentaje se reduce al 55% en el caso de las empresas que proporcionaron información sobre los procedimientos de gestión de los riesgos vinculados a la cadena de valor.
En resumen, las pequeñas y medianas empresas están llamadas a contribuir a la creación de riqueza y a corresponsabilizarse en la transición en el actual escenario post-COVID hacia un modelo económico sostenible.
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