La seguridad ciudadana desde la perspectiva de género: los ODS 5 y 16
En esta ocasión, nos hemos preguntado acerca de cómo impulsar políticas coherentes, integrales y sensibles al género para el logro del ODS 16 en nuestras ciudades. Y más concretamente a través del diagnóstico de la violencia y seguridad ciudadana desde la perspectiva de género.
Recordemos que el ODS 16 promueve sociedades y entidades inclusivas y pacíficas. El logro del ODS 16 depende de la sociedad en su conjunto. Esto incluye a los defensores de personas y a los grupos marginados o tradicionalmente excluidos. En ese sentido, no debemos olvidar la relación en las políticas coherentes, integrales y sensibles al género el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5. Este ODS se enfoca en empoderar a mujeres y niñas para disminuir la desigualdad de género, con el propósito de evadir el estancamiento social que esta última provoca. Así, el diagnóstico de la violencia y seguridad ciudadana desde la perspectiva de género se orienta a implementar los desafíos en seguridad ciudadana revirtiendo las relaciones de poder históricamente desiguales para hombres y mujeres.
Ese diagnóstico a la sazón, pretende la construcción social de políticas públicas inclusivas con equidad de género. A la hora de su implementación, cabe recordar que este tipo de diagnósticos tienen a identificar, en una primera fase, los diferentes retos y obstáculos para la libertad y seguridad de las mujeres y personas LGTBI+. En una segunda fase, el resultado del diagnóstico permitirá a su vez diseñar estrategias, acciones y medidas dentro de un plan de acción/intervención. El fin último es el de lograr ciudades seguras para el conjunto de su ciudadanía, en las que todas las personas puedan disfrutar de sus espacios en igualdad de condiciones.
La desigualdad de género conlleva restricciones en el uso de esos espacios con la aparición de puntos negros o críticos en las ciudades. A menudo, en los polígonos industriales o en zonas más alejadas del centro. Con todo, para un adecuado diagnóstico, han de cumplirse una serie de requisitos como. abordarse desde una perspectiva interdepartamental, analizar los espacios a analizar no solo desde el punto de vista de la seguridad, sino incluyendo la protección, accesibilidad, movilidad, etc., además de contar con la participación social, especialmente de los colectivos feministas y entidades inclusivas.