La tecnología 5G, hacia la sostenibilidad medioambiental
Se ha hablado mucho acerca de la conectividad 5G y su impacto en la economía mundial. En este post nos centraremos en su relación con la sostenibilidad medioambiental. La tecnología 5G puede resultar clave para ayudar a las organizaciones reducir costes, emisiones, consumo energético y, en definitiva, contribuir a frenar el cambio climático.
Hemos de partir de un hecho: para que un modelo productivo empresarial sea sostenible en el tiempo este habrá de ser también necesariamente sostenible medioambientalmente. Así mismo, la conectividad 5G y la sostenibilidad futura se relacionan con la transformación digital; ambas constituyen dos motores que impulsarán el crecimiento de las organizaciones en todos los sectores. Con más detenimiento, lo que se denota es que el despliegue de red 5G implicará una tecnología con un menor consumo de electricidad. Dos puntos claves en este sentido es que esta conectividad permite, por una parte, intercambiar datos a mayor velocidad. Y, por otro, conectar más dispositivos a la vez.
Únase a ello el dato ya referido, el menor consumo energético. La reducción del consumo energético adquiere así una vertiente medioambiental positiva. Pero, a su vez, gracias a esta tecnología se posibilitará una reducción de emisiones potenciando una industria más competitiva y más eficiente.
Según un estudio realizado en 2015, la tecnología 5G puede llegar a reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) hasta en un 15% en 2030. No olvidemos que esta tecnología 5G será capaz de crear valor social en once de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). La conectividad 5G contribuirá a la mejora de la salud y del bienestar, de las infraestructuras e impulsará la fabricación sostenible y la innovación. También contribuirá al consumo responsable, a la creación de ciudades y comunidades sostenibles y a la promoción del trabajo decente y el crecimiento.
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